Cada vez son más los hinchas que van a las prácticas para saludar a Palermo, quien está a tres partidos de su retiro. Hasta sus compañeros se sacan fotos con él.
¿Cómo se despide a un ídolo? ¿Qué se hace? ¿Qué se le compra? ¿Qué se le regala? No está escrito en los libros. No hay un manual. En la época moderna, en esta historia contemporánea repleta de gloria, Martín Palermo es el primero que dice basta. Y la gente va. Y hace lo suyo. Y cada vez son más. Es algo así como una despedida en cámara lenta. Todos quieren la última foto. El último autógrafo. La última sonrisa.
Las escenas en los entrenamientos se repiten. Están los que aparecen del Sur, del Norte, del Oeste. Los que se tomaron el bondi, juntaron unos mangos para la gaseosa y llegan a las apuradas. Los que vienen de la mano de mamá y papá. Las adolescentes que gritan y suplican por un último beso. Y están las historias que conmueven. Como la de ese chiquito, que lleva el indescriptible trance de una enfermedad terminal, y pidió especialmente un saludo del Titán. O la de ese chico en silla de ruedas, que en el medio del hall de Casa Amarilla, casi les hace caer unas lágrimas a algunos testigos privilegiados de la situación, cuando después de recibir un abrazo profundo y duradero del Loco le gritó mientras se iba al vestuario: “Martín, otro abrazo, por favor”. El goleador, implacable como en la cancha, le cumplió el pedido.
Estos gestos, en la recta final de su carrera, no son casualidad. El ya confesó que le cayó “la ficha” del retiro. Y, de hecho, si bien siempre fue amable, en los últimos tiempos se lo observa aún más simpático y sin fastidios cuando la lista de requerimientos es larga. Su rol solidario también cobró importancia. Su participación en eventos benéficos es cada vez más notoria y moviliza a cientos de personas.
Puertas adentro, los compañeros juegan su propio partido. Varios ya retrataron su instantánea con el Loco en privado y a los juveniles Gastón Sauro y Enzo Ruiz, por caso, no se les pusieron los cachetes colorados para pedirle una foto en la cancha antes de enfrentar a Newell’s.
Los medios tampoco se quedan afuera. Las solicitudes de entrevista caen en catarata. Es más, el Departamento de Prensa del club ya recibió pedidos de Costa Rica, Perú, Colombia y Chile, entre otros paises.
Es así. Ya se sabe cuándo y cómo será el final. Banfield o Gimnasia. La Bombonera o La Plata, el lugar en el que arrancó esta película que anda escribiendo su último capítulo. La despedida, alegre, en companía y, sí, final, parece que ya empezó...
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