Martín Palermo sigue intratable. El Titán está encendidísimo y dan ganas de cortar la 9 de Julio para pedirle que no se retire. ¿Cómo se va a ir, cómo va a retirarse si está mejor que cualquier otro delantero del fútbol argentino? De cabeza, taco, con un seco remate de 30 metros, de cualquier manera el 9 la sigue metiendo. Llegó a los 227 goles e igualó la marca de José Sanfilippo en la quinta posición de goleadores históricos del fútbol argentino. Y le sigue dando alegría a los hinchas Xeneizes. Porque fue el responsable de la recuperación de Boca en un partido que se había complicado de forma increíble.
El equipo había arrancado bien parado, siendo superior a Quilmes. Buscaba por los costados, intentaba con la profundidad de Mouche y la subida de los volantes laterales. Una de estas penetraciones fue la de Nico Colazo, quien convirtió un buen gol a los 16 del primer tiempo pero que fue anulado, erróneamente, por el asistente Casas.
Hasta que a los 26, un cabezazo en contra de Matías Caruzzo puso el 1 a 0 para Quilmes y, sobre el final del primer tiempo, a los 42, fue Danilo Gerlo quien puso el 2 a 0. Unos veinte minutos donde Boca se dispersó y le pudo costar muy caro…
En el complemento, Boca fue por el descuento. Incentivado por el amor por la camiseta y por el orgullo personal, comenzaron a empujar y presionar y a inquietar al arco local. Hasta que apareció Martín, el gran Palermo. A los 17, la tomó desde afuera y con derecha, la clavó en el ángulo de Trípodi. Un bombazo made in Palermo. La ráfaga xeneize tuvo efectos cuatro minutos más tarde, cuando Pochi Chávez amagó en la puerta del área y con un gran remate, la puso contra el palo derecho del arquero local. Dos a dos y justicia al marcador.
Pudo ganarlo Boca. De no ser por la defensa cervecera o por falta de precisión en la puntada final, el triunfo podría haber llegado. Pero fue empate nomás.
Pero que quede claro: Boca no se conforma. Quiere más. Mucho más. El objetivo está: ingresar a la copa Sudamericana. Pero para eso, habrá que seguir luchando hasta el final. Y el equipo de Julio Falcioni demostró tener el temple para poder pelear las próximas dos fechas la clasificación.
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