Martín Palermo volvió a Boca con la mejor excusa: los chicos. Ayer fue una jornada de reconocimientos, pero no para el máximo goleador por su despedida, sino que fue él quien homenajeó a aquellas personas que junto a él se sumaron al programa A Cococho, por el padrinazgo de chicos del barrio.
El evento, conducido por Julián Weich, se realizó en el salón del Museo de la Pasión Boquense y contó con la presencia de muchos personas que son parte de esta iniciativa de padrinazgo, que defiende el derecho a jugar de los niños e incentiva las actividades deportivas, recreativas y culturales. Entre ellos estaban el dirigente José Beraldi, empresarios, amigos y vecinos de Martín y muchos integrantes de la peña de Boca en Santa Rosa, La Pampa.
Los chicos, los mismos que lo convirtieron en su superhéroe en la fiesta del adiós en La Bombonera, le dijeron unas palabras a Martín e hicieron volar al cielo globos para que todos los deseos del Titán se cumplan. Martín confesó: “Cumplí todo en el fútbol, ahora mi sueño es volver a ser padre.” La ilusión ya está en el aire.
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