Palermo anunció a su sucesor pero aún no está listo para abdicar: “Si espera dos meses no hay problema, ja”. Y le agradece a Julio Falcioni por “aguantarlo”.
Estaba aferrado, agarrado a esa antorcha sintiéndola propia, porque lo era, de hecho. Pero claro, va llegando el tiempo en el que Martín Palermo debe -lo sabe- pasar la posta. Y aunque con su personalidad le cueste aceptar que se acerca el final, ya tiene elegido a un sucesor: “Lucas Viatri tiene todas las condiciones para el día de mañana ser el nueve de Boca”. Eso sí, le pide que espere al menos hasta el final del campeonato. Y ni siquiera se le ocurre pensar en otro nombre (¿Santiago Silva? Ni una palabra).
“Siempre dije que es el jugador a reemplazarme en cualquier momento, puede ser ahora que estoy todavía en actividad o a partir del próximo torneo. Es el que se ha ganado hace tiempo el lugar, ha tenido la paciencia de esperar su momento, cuando lo tuvo lo supo aprovechar y quizá él también tenga la ansiedad de querer jugar. Pero si espera dos meses más no hay problema, jaja”, dice el Loco entre risas, pero conciente de que el punta le viene pisando los talones. Más aún con esta racha que ya suma 748 minutos (está a 22 de su peor marca) y ocho partidos (la última vez fue ante Gimnasia en la última fecha del Apertura). No le gusta sentirse cuestionado en su último semestre (confirma el retiro varias veces durante la nota de 90 minutos en Fox), pero está tan seguro de su decisión que se anima a hablar de su reemplazante. “Si en un momento del juego no estoy aportando lo que Julio (Falcioni) pretende para el equipo y quizás sí lo pueda hacer un compañero que esté en el banco, lo respeto. Si no estoy siendo útil en determinado momento y él tiene la necesidad de buscar variantes para que el equipo encuentre otra alternativa con un jugador que está afuera y que lo puede hacer mejor, está perfecto”, admite el Optimista. Y eso es lo que se vio en los últimos dos partidos: el DT eligió reemplazarlo a los 18 ante Colón y Estudiantes, buscando una variante en ataque. Y, el domingo pasado, el gol que se le niega al Loco se le dio a su sucesor. “Yo soy el primero en hacer autocrítica, pero creo que corrigiendo cosas en el funcionamiento de equipo lo mío va a surgir solo, me tengo que sentir mas cómodo a la hora de participar en el juego y de tener situaciones. Llevás una racha y, sumado que en los primeros minutos uno necesita alguna situación que te dé confianza, una jugada que te tranquilice y no se me está dando, cuesta”, explica Palermo. pero está convencido que de pronto se va a dar vuelta: “Tenés la ansiedad y la desesperación para que te quede una y la menos pensada es la que te queda y hacés un gol de los que menos pensás. Siento agradecimiento hacia Julio por seguir aguantándome, seguir confiando pensando en que esto se puede revertir”. Un optimista como siempre...
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