Cada respuesta suena a despedida. Dice que va tachando lo que le falta y quisiera irse “de otra manera”, pero más le preocupa Boca: “Lo importante es que levante”.
La realidad es que me quedan nueve partidos... dos meses... Como ven, ya voy tachando, je”.
El countdown de Martín Palermo ya comenzó. No esa famosa bandera que le colocaron en un palco para tachar cada gol que metía y cada récord que superaba. Lo que arrancó es la cuenta regresiva para su retiro del fútbol. El lo está asimilando y así lo transmite. Con tranquilidad, aunque da la sensación de que en cada respuesta hace catarsis. Una colaboración para Unicef es la excusa para la charla futbolera. Con la Bombonerita de testigo, para protegerse de esa llovizna y ese cielo gris que hace aún más melancólica la escena. Este Palermo no es aquel goleador inalcanzable con ego de superstar. Más terrenal, más mortal, cada frase suena a despedida.
-Pavone dijo que ojalá llegue a los 37 años como llegaste vos.
-Se lo agradezco. A él y a todos los que me apoyan en este momento que me toca vivir. Eso te da la tranquilidad de que uno ha hecho las cosas bien. Siempre trato de dar lo mejor, nunca darme por vencido y bueno... Estas son circunstancias que a cualquiera le pueden pasar.
-Hablás de tu racha negativa. ¿Cómo lo vivís? -Me toca vivirlo justo en esta última etapa de mi carrera pero voy a tratar de revertirlo con trabajo y sacrificio, con el apoyo de mi familia, compañeros, cuerpo técnico, la gente... Eso es lo que me mantiene fuerte. El gol se dará en cualquier momento.
-El equipo no ayuda.
-Sí. Habrá que empezar a sumar de a tres para revertir el mal momento. Darle para adelante y al final del torneo dejar a Boca lo más arriba posible y uno irse con la tranquilidad de que por Boca ha dado todo.
-¿Qué te preocupa más, tu racha o el rendimiento general? -Lo colectivo. Uno se hace mil preguntas de por qué no podemos mantener lo que logramos ante Colón y Estudiantes, por ejemplo. El fútbol tiene esas cosas. Y en lo personal, me da tranquilidad que el técnico siga confiando en mí. Así arranco cada semana, con ganas de tener revancha al domingo siguiente. Lamentablemente, esta racha que me toca no es común ni normal en mi carrera. Pero no es algo que me vuelva loco o que no me deje vivir el día a día. Esto se revertirá en algún momento. Lo más importante es que levante el equipo.
-Probaron mucho. ¿Cuál es la fórmula? -La fórmula es ganar. No sirve vencer a Colón y Estudiantes y después no seguir creciendo, no tener un protagonismo mayor, como el que debe tener Boca.
-Pensando en el domingo, ¿influye en algo que Pompei los conozca? -Es relativo. Dependerá de nosotros. De querer ir a la cancha de Huracán y traernos los tres puntos con un mayor protagonismo a la hora de jugar, de saber que somos Boca. Eso tenemos que volver a lograr.
-¿Cómo te trata el hincha en la calle? -Mirá, los goles y los títulos son importantes porque quedan en la historia. Pero ganarse el respeto y el cariño de los hinchas, de los rivales, de la gente del fútbol, es impagable. Yo rescato eso. Salir a la calle y ver que la gente me apoya para que no me caiga.
-¿Podés abstraerte y disfrutar? -Cuesta disfrutar esta última etapa, se hace difícil. No tanto por lo personal sino por el momento de Boca. Me gustaría vivir el final de mi carrera de otro modo.
-¿Boca necesita refuerzos como dijo Falcioni? -Se verá cuando termine el torneo. El técnico sabrá si necesita jugadores en base a los que nos vamos... bah, si algunos me siguen, je. Boca debe tener un plantel con recambio, importante, pero no hay que apurarse. En julio decidirán.
-Se armó una polémica en torno a si tus compañeros te pasan la pelota. ¿Lo hablaste? -Nooo. Mis compañeros tienen las mismas ganas que yo de que haga un gol. A veces la pelota no me llega o no generamos jugadas como para tener esa participación. Pero generar opiniones o conflictos al respecto no me interesa.
-Después del retiro, ¿se viene el técnico? -Sí, pero primero quiero descansar. Sobre todo la cabeza, que bastante agitada está.
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