Román tomó distancia del mal momento del 9, lo elogió y espera ayudarlo a que corte la racha. "Si él es goleador, Boca va a pelear".
Ojalá que el domingo nos ayude a ganar”. ¿De quién es esta frase? a) de Falcioni para Riquelme, b) de Riquelme para Palermo, c) de Palermo para Riquelme.
A la luz de los hechos, o de los últimos dos partidos, bien podría tratarse de la opción a) o c). Román fue, al fin de cuentas, quien le dio la victoria a Boca ante Colón y que encaminó el partido con Estudiantes con otro tiro libre. Sin embargo, la respuesta correcta, la b), parece exceder el deseo de uno, en este caso el de Riquelme para Palermo. Refleja el semblante de un plantel que quiere ver a su goleador volver a convertir (ver pág. 6 ) y que ayer, desde otro referente (acaso el otro más importante), volvió a recibir los mejores augurios para un domingo feliz. “Todavía nos quedan muchos más partidos para disfrutar a Martín. El domingo intentaremos ayudarlo para que pueda marcar y el 19 de junio, cuando finalice (su carrera), lo vamos a extrañar. Otro Palermo no va a salir nunca más. Al igual que un Ibarra. Son jugadores únicos”.
Vaya respaldo del 10 al 9, todavía en épocas de relaciones flacas. Es cierto que Riquelme siempre fue elogioso con Palermo. Sin embargo, este apoyo se potencia por la contundencia. Y por el contexto: Martín hace 748 minutos que no la mete y está nada menos que a 11 fechas de su adiós programado. “Seguramente a Martín lo vamos a extrañar. Son jugadores que no se repiten más. Ibarra, cada mes que pasa, juega mejor. Es así”, amplió su concepto.
En ese sentido, también Riquelme intentó bajarle el volumen al pedido popular de un gol de Palermo. “Lo que creo es que se habla mucho de lunes a sábado. Y Martín está igual de contento que nosotros cuando se gana. Al fútbol jugamos para meter goles todos y ayudarnos todos. Lo que sí tenemos claro es que ahora jugamos con él solo adelante y que tanto Erviti, Chávez, como yo, tenemos más obligación de llegar al gol, de llegar al área”, repartió responsabilidades en el arco rival, a partir del nuevo esquema, del que el 9 parece haber sido una víctima más allá de su mal momento. Y de la racha.
De todos modos, el goleador es el goleador. Y Román recurrió a una vieja frase suya para marcar la importancia de uno en el equipo. “Siempre digo que si logramos que Martín lo sea vamos a tener más chances de pelear el torneo. Ojalá que pueda convertir”, insistió. En ese aspecto, nobleza obliga, Riquelme fue tanto o más generoso con Palermo que con su amigo Viatri, el que puso el 2-1 ante Estudiantes, el que espera afuera. “Tenemos la suerte de tener a Martín y de tener a Lucas, que ya fue campeón con esta camiseta. Es raro que un equipo se pueda dar ese lujo, ¿no? No es normal. Pero a él se lo ve tranquilo, el gol del otro día le vino muy bien”, contó. Y desde ahí, lo alentó para lo que viene, hasta le pidió paciencia: “Necesitamos tenerlo contento y bien, porque es un jugador que marca la diferencia. Cada vez que está en la cancha nos da la sensación de que va a marcar un gol, como cuando Martín empezó a jugar”. Al fin de cuentas, un espaldarazo para los dos. Hasta en la pregunta final.
-Román, ¿Boca tiene que incorporar un 9? -Eso lo tiene que responder el técnico. Tenemos que disfrutar de Martín e intentar que haga goles. Y que Lucas esté contento. Le digo a él que cuando tenga la chance de jugar en Boca va a marcar goles. Y si tiene que ir a Villarreal la va a pasar fenómeno, je. Así que si lo venden allá, ahí sí que van a tener que traer un número 9...
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