El Loco marcó su gol 217, quedó a uno de Cherro y, como ante Godoy, no lo gritó. ¿Sólo porque el rival era Estudiantes o sigue molesto porque aún no le renuevan? Se enoja, se fastidia, protesta, reclama, juega, no grita, pero -como siempre- la mete. ¿Y no le van a renovar el contrato?
Interminable, inagotable, imprescindible, eterno. A los 36 años, y cuando los dirigentes de Boca no confirman si harán un intento por prorrogar el vínculo que vence el 30 de junio, Martín Palermo sigue con su rutina goleadora, se renueva a sí mismo cada día. Ayer convirtió su 217° gol en Boca y quedó a uno, apenas uno, del máximo anotador de la historia del club, Roberto Cherro. Porque el Loco no se conforma nunca. No lo hizo hace dos años, cuando frente a otro equipo de La Plata, su ciudad, marcó de penal el 1-0 para alcanzar a Pancho Varallo, hasta ahí el goleador del club en el profesionalismo. Más allá de perder dos oportunidades frente al arco y de fallar dos cabezazos, es el goleador del campeonato: cinco goles en seis fechas. Porque pudo hacer otro más, pero Insúa eligió definir mal en vez de pasarle la pelota al medio cuando el Loco entraba solito. Como hace una semana ante Godoy Cruz, Palermo no lo festejó, respetuoso del rival querido y todavía molesto por la indecisión dirigencial sobre su situación contractual. No le hace falta. Se hace oír con el grito ahogado. Pide más y lo demuestra renovándose a sí mismo. A VER DIRIGENTES SI SE DEJAN DE JODER I PONEN LA FIRMA, I LE RENUEVAN EL CONTRATO A MARTIN, ME DA VERGUENZA QE A SEMEJANTE IDOLO NO LE QUIERAN RENOVAR EL CONTRATOO....
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