Palermo sigue sin poder convertir el gol 300 de su carrera, aunque aún tiene dos fechas más. Eso sí, quedó lejos de Silva en la lucha por ser el goleador del torneo.
Esta vez no le alcanzó con haber participado en el gol de Erbes. Martín Palermo, como siempre, buscó el suyo, que en este caso no es uno más, sino uno especial, uno que implicaría una nueva marca: el grito 300 contando todos sus partidos oficiales. Por ahora, es un festejo que se hace desear, que no se le dio contra Newell’s y tampoco ayer. Por eso, en esa cuenta regresiva que va más allá de esa bandera que flamea en el palco de la Bombonera, al Loco le quedan dos blancos, dos fechas, dos posibilidades de que su 2010 sea todavía más inolvidable.
¿Habrá sido la demora de esta nueva marca la causa del fastidio que Palermo mostró ayer en varios pasajes del partido? El Loco, es cierto, estuvo más enojado de lo normal, sobre todo por las chances desperdiciadas o por algunas asistencias de sus compañeros que no llegaron. Su meta, además del gol 300, era ser el goleador del torneo o por lo menos terminar este campeonato con más festejos. Por ahora sigue con siete, aunque lejos de Silva, quien sacó una diferencia sobre el resto y suma 11.
Ayer no tuvo demasiadas chances para convertir. La más clara, podría decirse, fue un cabezazo a colocar que se le fue por arriba del travesaño, tras un buen centro de Giménez. Después, por un motivo o por otro, al Loco le faltó ese toque de oportunismo o de suerte con el que cuenta en otras ocasiones. Por ejemplo, también en el primer tiempo, Cellay se le anticipó con el pie y la mando afuera, cuando Martín llegaba libre por atrás para cabecear al gol. Y en el segundo tiempo, el pibe Sánchez Miño lo vio libre y lo habilitó como para que quedara mano a mano con Galíndez, pero el 9 no pudo dominar la pelota y terminó desperdiciando lo que hubiese sido una chance inmejorable.
Después, fue asistidor de Araujo en una de las posibilidades que tuvo para convertir y no mucho más. Eso sí, hizo un trabajo desgastante buscando siempre ser descarga o pivot. Por todo, son Banfield o Gimnasia, al que siempre le convierte goles, las dos chances que le quedan para tomarse revancha de anoche y quebrar la barrera del 299 que ostenta.
Todo indica que el Loco no despedirá este 2010 sin otra marca. Si bien el final es deslucido para Boca, en lo personal él logró cosas muy importantes. En este año superó a Cherro como máximo goleador de la historia del club de todos los tiempos y hasta hizo un gol en el Mundial. Ah, todavía es el goleador del año, con 17 festejos. Con uno más, entonces, la cuenta será más que redonda...
No hay comentarios:
Publicar un comentario