Se resiste Palermo. Se resiste como si fuera un gladiador que evita una y otra vez su última batalla. ¿Quién se anima, en definitiva, a asegurar que bajará su escudo a mitad de año? Si los guerreros nunca dejan de ser guerreros en su alma, Palermo nunca dejará de ser Palermo. Y en su mundo, tanta veces irreal, todo puede pasar. “Hoy lo tengo decidido. Y hasta digo abiertamente que me voy a retirar en junio. Pero quizás a medida que se acerque la fecha se me va a hacer más difícil decirlo, dejar de un día para el otro lo que hacía cotidianamente. La determinación está tomada, aunque en mi carrera siempre pasan cosas raras, extraordinarias…”, contó el goleador eterno, quien no tuvo reparos en admitir que el tema del retiro lo viene trabajando desde hace tiempo con Mara, la psicóloga de las inferiores del club a la que el Loco consulta cada vez que lo necesita.
Igual, por sus palabras de ayer, siempre dejará una puerta abierta. Es su esencia, el signo de su inmortalidad. Y otra vez argumentó las razones de esa definición indefinida. Cuando firmó, en junio de este año, los puntos suspensivos los puso en la Copa Libertadores: deseó primero la clasificación, que eso derivara en conquista y que la conquista demorara su adiós hasta el Mundial de Clubes de diciembre del 2011... En fin, la mala campaña de este Boca no le dio la chance de ganarse ese pasaporte copero. Pero aun así, otra vez esa fecha está dando vueltas en su cabeza. ¿De qué manera? “Lo único que puede llegar a cambiar mi decisión es salir campeón del próximo torneo. Porque si eso pasa después te tienta la Sudamericana. Ahí se analizará. Pero sería la mejor forma terminar mi carrera con un campeonato”, confesó en el programa de Tití Fernández y Benedetto, por Fox Sports.
Insaciable. No le alcanza que en el 2010 se haya convertido en el máximo goleador de Boca de todos los tiempos. Tampoco que haya cumplido su sueño mundialista. Ni siquiera que haya sido el goleador del año o que en el último partido haya alcanzado el gol 300 de su carrera. Siempre le queda una última cosa por hacer al Titán. Es su lema. Y a los 37 años lo sigue, insistente. ¿Cómo evalúa él este año extraordinario para él? “En lo grupal está claro que los objetivos no se cumplieron. Ni en Boca, que no tuvo el protagonismo acostumbrado, ni en la Selección, con el Mundial. Pero en lo personal tuve vivencias únicas, inolvidables. Y luego llegó la renovación por un año. Y ahora hay que seguir”, dice el hombre que lucha contra su propio tiempo.
Será por eso que el año no terminó y él ya está metido de lleno en el arranque del 2011, entusiasmado, por ejemplo, con algunos compañeros: “Lucas (Viatri) es el jugador a crecer, las condiciones las tiene, ya demostró. Araujo es una promesa con muchas condiciones, va a ser crack, tanto él como Paredes son diferentes”. Y, también, aprovecha para guiñarle un ojo a Falcioni (ver página 5). En fin, el Loco está a full. Y en todo.
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