Mejor no podía empezar. Justamente contra Gimnasia, Martín volvió a brillar en el comienzo del juego. Ya son 15 los goles que le propinó a los de La Plata, que lo sufren cada vez que se enfrentan al mejor 9 de la historia azul y oro. Solamente le bastaron cuatro minutos para poner el primero del partido, el 300 en su carrera y la ventaja definitiva en la primera etapa.
Con la diferencia en el juego, Boca manejó con tranquilidad los tiempos del partido. La tenencia pasó por Sánchez Miño, con pocos minutos en la primera hasta ahora, y Erbes en la mitad de la cancha. Sergio Araujo fue determinante a la hora de atacar, aunque estuvo errático en algunas decisiones. El juvenil sigue demostrando que está para cosas importantes en nuestro fútbol. Javi García y la defensa no tuvieron demasiadas complicaciones. Gimnasia no supo generar juego para que sus atacantes. El Xeneize tuvo el control en todo momento, aunque no pudo estirar la ventaja en los primeros 45.
En el complemento, Méndez reemplazó a Gary Medel en la mitad del terreno, cuestión que no modificó demasiado el dibujo propuesto por Roberto Pompei. Enseguida y aprovechando distracciones del rival, Araujo encaró mano a mano a Sessa, pero el pelo dijo no. A esta altura, el local era sensiblemente superior y marcaba territorio en casa. El “Pochi” apareció con un tiro libre que estuvo cerca de convertirse en el segundo. Las situaciones se generaron una tras otra, con apariciones de Clemente desde el fondo, Martín y su estampa goleadora y hasta Sánchez Miño, que se animó con un gran remate desde media distancia.
A pesar de la superioridad, una falta cometida cerca del área le permitió tener una chance única al “Lobo”. A los 25 minutos, Juan Neira la clavó al lado del palo con un Javi que no tuvo nada que hacer. Injustamente, Gimnasia llegó a la igualdad.
Boca siguió buscando conseguir otra vez la diferencia. A los 31 minutos, Fabián Monzón rescató un rebote en su sector y pateó cruzado. A Sessa le quedó estirarse en vano y la pelota se fue rozando el palo. Con el ingreso de Viatri, Pompei buscó ser más agresivo en la línea ofensiva. A los 35 minutos, “Tito” puso todo en la cancha, retirando a Monzón y colocando a Pablo Mouche. El Xeneize terminó jugando con cuatro delanteros para buscar el triunfo.
Finalmente, los de La Plata se llevaron un premio demasiado grande para su casa. La alegría que le queda a Boca es que Martín sigue demostrando por qué es el goleador más importante de nuestro país y uno de los más grandes a lo largo de la historia del fútbol argentino.
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