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Palermo quiere ser DT ya, pero prefiere prepararse antes de ocupar el banco de Boca. El otro anuncio: “Si me llamaban por la lesión de Viatri, habría dudado...”.

Martín Palermo tiene la marca de un corte arria del ojo izquierdo. Ya no es por pelear con los defensores en el área de la Bombonera sino por jugar un torneo de ex alumnos de su escuela... Es otro. Ya no juega de 9 goleador sino de volante por derecha, “a lo Messi, arrancando hacia adentro, ja”. Aunque hay situaciones que no cambian en el Loco. Quiere ser entrenador, con Carlos Bianchi y el Coco Basile como espejos en los cuales mirarse. Lo novedoso, en todo caso, es que no le gustaría arrancar por Boca sino ir paso a paso hasta llegar al club grande. “Yo respeto la decisión de Matías (Almeyda), por ejemplo, pero me gustaría formarme en otro lado. No sé cuánto tiempo se necesita, no podría decirlo porque habría que ver la situación puntual. Eso sí, si ahora me dijeran ‘se va Falcioni, ¿agarrás?’, yo respondería que no”.

Pese a que muchísimos técnicos darían lo que no tienen por debutar en el banco de Boca, Palermo trata de subir de a un escalón. Ya tiene su equipo de trabajo (“el Pato Abbondanzieri está listo, al Flaco Schiavi habrá que esperarlo seis meses más, algo que tiene merecido”) y hasta dejó los autos de carrera para poner el foco en su nuevo desafío. Con ese traje habló de fútbol en Debate Final, por Fox Sports, después de su primera vez en la cancha después de que se retiró. Contó un secreto del área (“el 9 nunca tiene que salir de la zona donde se hacen los goles, pero es bueno moverse del centro y buscar el segundo palo para que te marque el lateral, que siempre es más petiso que el central”); lamentó lo que pasa hoy en Inferiores (“mi hijo Ryduan tiene 15 años, juega en Estudiantes, y muchas veces lo putean porque es Palermo”); y propuso a sus centrodelanteros favoritos si tuviera plata para comprar o si un dirigente le pidiera una opinión. “Me gustan Denis y Silva”. Sin jugadores parecidos a él en Boca, optó por dos tanques, el argentino del Atalanta y el uruguayo de la Fiorentina.

Lo raro es que blanqueó por primera vez que si esa pregunta se la hacían al otro día de la grave lesión de Lucas Viatri, Martín hubiera recomendado a Palermo. Sí, a él mismo... “La verdad es que el llamado nunca llegó, no me llamó ningún dirigente”, esquivó primero sin nombrar a Ameal, a quien criticó fuertemente. “¿Si te llamaban hubieras dicho que sí? ”, le repreguntaron. Entonces Palermo puso cara de sí, la verdad que sí, y blanqueó un “me hubieran hecho dudar bastante, lo habría consultado con mi familia”. Habría vuelto a ser jugador profesional. En la Bombonera, no en ese torneo que viene de ser expulsado por discutir con el árbitro...

f= ole