“El gol me da felicidad”, dice el Titán

Sin chicanas, Palermo elogió la actitud del equipo de Cappa aunque aclaró cuál es el objetivo. “El nuestro es pelear el campeonato”, dijo el Loco, que habló de todo.

Eximiendo el intento de dignificar a Freud y a Lacan, se dirá que cualquier mortal podría haber trazado el perfil psicológico del Martín Palermo que se sentó ayer en la silla principal de la sala de conferencias de Casa Amarilla. “El gol me da felicidad”, dice el Titán, lo representa su semblante, su mirada, su risa, su tono. Son apenas las 12 del mediodía. Y pasará casi 35 minutos más respondiendo preguntas, firmando autógrafos, sacándose fotos, feliz y distendido.

Bahía fue Blanca para Palermo porque convirtió, generó dos asistencias y se erigió otra vez, como hace tiempo no pasaba, en el jugador más trascendente de Boca. Pero él, aclara, no piensa “sólo en lo personal” porque “lo más importante es que el equipo ganó” y admite que “nos falta regularidad, no tenemos término medio. Hay que sumar resultados positivos, tomar los partidos que quedan como finales y solidarizarnos entre nosotros dentro de la cancha”.

Tal vez de ese espíritu combativo se quiera nutrir Palermo. De aquello que observó en este River puntero durante las primeras fechas del campeonato. Quizá sin intención, picanteó. Y sazonó la rivalidad de siempre: “Tuvo un inicio con resultados positivos y más allá de si juega bien o mal, lo ves con ímpetu, con lucha. Quizás es otra la situación que viven ellos. Nosotros estamos pensando en salir campeones y ellos, más allá de pelear por salir campeones, también piensan en salvarse del descenso. Es otra la obligación y la responsabilidad”.

¿Bomba? ¿Fuego? Nadie se sacude en Casa Amarilla. Porque la voz serena y pausada de Palermo no impone semejante explosión. El 9 sale rápido del cruce. Pretende contar otra realidad. La suya. Y esta armoniosa convivencia con Viatri. “Compartir con él la delantera me facilita las cosas porque los defensores también se preocupan por él. Bichi me pide que esté entre los centrales y no salga tanto del área”, explica, y sentencia: “Lucas ha encontrado su lugar. Se ha consolidado y Boca tiene 9 para rato, después de que me retire”.

Ante Olimpo, al cabo, se vio la otra faceta de Palermo. El 9 que jugó a lo 10. Aunque al Titán, lógica insaciable de goleador implacable, no le vengan con un cambio de figuritas: “Para mí el gol es todo. No hay comparación con una asistencia, por más que para uno sea importante participar del juego y ayudar a otros compañeros a que puedan hacer goles. Pero cuando pasan varios partidos y no convierto, me pongo ansioso”.

¿Y hasta cuándo Martín? En el final, la pregunta es si hay alguna chance de seguir un año más para disputar la Copa Libertadores 2012 (su idea es retirarse en junio) en caso de que el equipo no llegara a clasificarse a la próxima edición: “Mi cabeza está puesta en terminar en junio -insiste- La única opción es entrar a la Copa, que la ganemos y extender seis meses más por el Mundial de Clubes. Y por más que estemos lejos, ahora vamos a luchar por el campeonato. Boca tiene que ser protagonista. Estamos a seis puntos y no es nada teniendo en cuenta todas las fechas que quedan”.