Martín Palermo no para de sorprender y de romper records desde que llegó a Boca allá por el 97 (aparte de éste, es el máximo goleador con 20 goles de un torneo corto y en torneos internacionles; también es el que más veces convirtió en la Bombonera). Si bien no gritó rápidamente y lo hizo recién en su séptimo partido, ante Independiente, de a poco y, a base de gritos, fue ganándose el corazón del hincha. Si bien en ese 30 de septiembre del 97 se encontraba bastante lejos de la marca de 218 goles en el club que, hasta hoy, ostentaba en soledad Roberto Cherro, el Titán comenzó a romper redes y a acercarse en silencio al entonces único máximo goleador histórico de Boca.
A pesar de la gran cantidad de goles que Cherro metió con la camiseta azul y oro, también hay que reconocer que varios (en total 19) fueron por torneos que no estaban oficializados por AFA como la Copa Carlos Ibarguren, Copa Estímulo, Copa de Honor Beccar Varela, Copa de Honor y Copa Campeonato.
Por su parte, el Titán, además de hacerlos por el torneo local, también pudo festejar en torneos internacionales de gran envergadura como la Supercopa, Copa Sudamericana, Libertadores e Intercontinental, lo que marca la importancia de cada uno de esos gritos. Además, y como para seguir realzando la hazaña futbolística de Palermo, alcanzó, en sólo nueve años, la marca que el eterno Cherro logró conseguir en doce en forma ininterrumpida en el club.
Por lo tanto, esa épica bandera con el countdown (cuenta regresiva) que era usada para saber cuántos goles le faltaban al Loco para alcanzar el récord de Cherro tendrá que dejar de aparecer en la platea de la Bombonera porque Palermo, más allá de los años, de los distintos técnicos y de los sistemas tácticos, logró alcanzar cada sueño que se propuso. Y seguro que éste no será el último.
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