Martín Palermo es historia. Él mismo se lo dice aMundo D antes de cerrar el 5º Congreso Internacional de Fútbol que organizó Omar Verzellini.
El campeonato arrancó ayer y “el Titán” a esa hora contaba sus nuevos proyectos. Y como es historia, será película. De verdad.
Hasta en eso suena increíble. Palermo dice finalmente que su vida será recreada en la pantalla grande. Como esos tipos que representan el ideario popular, como Diego Maradona, compañero en Boca y DT en la selección. Con los que uno se ríe y llora; se entristece y se alegra; ama y sólo odia porque bate al cuadro amado.
Que el goleador histórico de Boca, el de los tantos increíbles (aún con los ligamentos rotos) y los yerros, el del regreso emotivo a la selección, el que jugó tras haber perdido un hijo o lesionado severamente, estará en celuloide y encarnado por sí mismo. Y hasta anticipa un capítulo cordobés.
“La idea es que para mediados de octubre y septiembre tengamos la propuesta y un guión ya escrito por parte de una empresa. Lo vamos a analizar, a estudiar, para ver qué rol ocupo. Me tendrá ocupado”. ¿Habrá cordobeses? “Jugué con Pablo Ledesma. Con Hernán Medina, que fue campeón del mundo. ¿Todavía roba? ¿En Oncativo? Veremos cómo serán los personajes, los actores, ex compañeros. Quiero actuar porque fui el protagonista y el que viví esos momentos”, dijo Palermo.
–¿Tendrás que ensayar mucho para recrear aquel penal ante Platense o no?
–Será difícil volver a pegarle con las dos piernas, ja, ja. El fútbol no fue un escape. Fui obsesivo y profesional. Dejé cosas de lado de mi vida por el fútbol. Le di prioridades, y no tanto a los que hoy les doy lugar como a mi hijo, mi familia, amigos. No me arrepiento porque elegí ser así con mi profesión.
–Perdiste un hijo e igual jugaste contra Banfield...
–Son pruebas que la vida te pone y no te podés quedar. Siempre fui de superar todo. Hay que afrontar las cosas para superarlas. Me hice como hijo, persona, padre, amigo. Igual, para esas cosas es imposible estar preparado. Cuando toca, toca.
Seguramente, Guillermo Barros Schelotto, rival “tripero” de pibe, entrañable amigo y asistidor en varios Boca de oro, tendrá un rol preponderante. “Guillermo fue un gran amigo que me dio el fútbol. Como ‘el Pato’ (Abbondanzieri), Schiavi, Migliore. ¿Riquelme? No se dio. Pero en la cancha me asistieron igual. Todos fuimos referentes de Boca y Román también está en su historia”, puntualizó.
Los dos buzos
El retiro no parece haberle hecho daño. El duelo ya lo hizo, y ahora se prepara para más carreras locas: Top Race y DT.
–¿Es tan así?
–Asimilé bien el retiro. No tengo secuelas. No me arrepiento. La decisión fue la correcta. Era el momento. Podría haber jugado seis meses o un año más. Ahora tengo otros proyectos. Seré DT y les daré lugar a mi familia y amigos. Disfrutaré como esta disertación que me propuso hacer Verzellini, en este Congreso. No pienso en que me falta entrenar, concentrar. Quizá ahora cuando empiece el torneo y vea los partidos, exista esa nostalgia. Pero lo llevo bien. Lo fui evaluando con la psicóloga y con mi familia. No hubo presión para seguir. Además tenía molestias en las rodillas y soy muy exigente conmigo. Y si no podía estar al ciento por ciento, lo mejor era eso. No me costó. El jugador se va dando cuenta y sabe que a una determinada edad tiene que tomar esa decisión. La profesión no dura toda la vida. No quería que el fútbol me retire. Tampoco he tenido tiempo de extrañar. El libro apenas terminó, las giras, el monumento que llevaran a la Boca, correr en el Top Race con ‘el Pato’ Abbondanzieri.
–Les niegan la licencia...
–La gente de Top Race nos ha confirmado que no habrá problemas. Haremos unas pruebas previas el 2,3y 4 de septiembre en Buenos Aires. Lo tomaré con seriedad. No es que nos subi
remos de la nada. Sino porque creemos que lo podemos hacer.
–¿Y Palermo DT?
–El año que viene, recién. No tengo apuro. No está la necesidad de meterme nuevamente en la rutina. No es tampoco la idea y la obligación de dirigir a Boca. Si surgen interesados, no me molestaría ir a ningún lado. Mi equipo es con Abbondanzieri, Schiavi y “Tato” Mendoza.
River y el temor por Boca
–¿Te sorprendió?
–Me causó sorpresa. Seguramente hubo cosas que no se hicieron bien. Yo sufrí el descenso como hincha de Estudiantes en 1994. Fue duro. Se cambiaban DT, se creía tener la receta de la salvación y se fue a la B. River pasa por eso. Fue último. A raíz de malos manejos dirigenciales. Idas y venidas de DT... En Boca se han ido cuatro DT en dos años y medio. Hubo mucho recambio de jugadores. Nunca se termina de conformar un grupo y un equipo. Cuando se ganó todo, había orden.
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