"Esto es increíble. Es un día muy feliz para mí, estoy contento. Nunca pensé en esto, es único, impagable. Se lo agradecido eternamente a Diego, al cuerpo técnico y al grupo", dijo un emocionado Palermo tras el abrazo, eterno, con cada uno de los jugadores y el cuerpo técnico en el estadio de Polokwane.
Cuando, con casi 37 años, su inclusión en la lista de 23 era resistida por algunos, el goleador mantuvo su perfil bajo entre tantas figuras internacionales y esperó su chance. La chance que Diego Maradona le dio ante Grecia.
Oportunista como siempre, Martín no la desaprovechó. Su gol sirvió para ampliar el resultado de un partido ya definido, pero significó mucho más. Si antes del Mundial era el sexto delantero, hoy quizá se ganó el lugar de primer recambio en el ataque.
"La rotación es lo que Diego dice: acá no hay titulares. Todos peleamos un lugar, pero entre muchísimas figuras es un honor poder marcar", cerró el optimista del gol.
Entró en la historia. Como si fuera poco, Martín Palermo se convirtió en el goleador más veterano de un Mundial. Con 37 años y 277 superó al suizo Georges Bregy.
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